lunes, 2 de marzo de 2009

Análisis del entorno

El Estado de Tamaulipas es una de las seis entidades fronterizas de México con los Estados Unidos de América, y junto con Nuevo León conforman la región noreste del país. Su capital es Ciudad Victoria. En el entorno estatal, el municipio de Victoria se ubica al centro oeste. Tiene una extensión de 1,634.08 kilómetros cuadrados. Del total del municipio sólo 77.10 kilómetros son urbanos, es decir, un 4.72% del territorio. (INEGI).

Ciudad Victoria tiene una antigüedad de 256 años y se ubica en el lugar 35 en cuanto a población a nivel nacional (casi 350 mil habitantes), considerando las ciudades y sus áreas conurbadas. Esto corresponde a una ciudad media, con características de calidad de vida acordes a su tamaño, aunque con una calidad de servicios e infraestructura superiores, debido a sus ventajas de localización y a la presencia del aparato gubernamental en la entidad. Cuenta en la actualidad con infraestructura, equipamientos y servicios de primer nivel, ofreciendo una calidad de vida entre las más elevadas del país.

En Ciudad Victoria el sector servicios, tanto públicos como privados, así como el comercio regional fueron sus motores económicos durante el siglo XIX. Signo común en esta ciudad ha sido la presencia importante de la autoridad estatal, generadora de empleo en sí misma, además de inductora del movimiento económico, particularmente en los sectores comercio y construcción. Además del desarrollo de otras actividades de servicios públicos asociadas a la salud y la educación.
En esta ciudad, los rubros de administración pública y de los servicios comunales se encuentran muy por encima del promedio nacional. Los empleos del sector público constituyen entre 7.5% y 11% de la fuerza de trabajo, cuando el promedio urbano es de únicamente 4%. Mientras que los empleos del sector servicios comunales fluctúa entre 14% y 20%, cuando el promedio urbano es de 9%.

Esta capital suele tener un sector comercio relativamente fuerte si se compara con otras ciudades de la región, debido al papel de centro de distribución regional y a las ventas que se realizan a las dependencias públicas. Y, por supuesto, su sector de construcción también es más activo, gracias a la presencia en la plaza de grandes constructoras de obra pública gubernamental.

Debido a la interconexión de la actividad económica con la autoridad pública, Ciudad Victoria pasa por fuertes ciclos sexenales. Por ello, en términos generales, busca diversificar sus economías de tal manera que pueda guardar un equilibrio económico y poder tener mayor estabilidad, por lo que últimamente se ha incorporado de industria maquiladora y se han instalado franquicias internacionales principalmente en el sector servicios.

La población de Ciudad Victoria muestra una mezcla de orígenes étnicos, que le da un carácter particular. En la actualidad la población está compuesta por 49% de hombres y 51% de mujeres; sin embargo, en cuanto a la población económicamente activa (PEA) sobresalen los hombres con 68%, por 32% de las mujeres. Es una población joven, pues 35% tiene menos de 15 años de edad y un 32% adicional, entre 15 y 30 años.

El tamaño de la familia se ha contraído notablemente en los últimos 30 años. Así, el promedio se ubica en 4.3 personas, es decir, 2.3 hijos por familia. No obstante en el medio rural aun se siguen dando familias de cinco a seis hijos.

La mayor parte de la población de Ciudad Victoria la conforman tamaulipecos de nacimiento. Muchos de ellos emigraron a la capital estatal en los últimos 50 años, provenientes primero de los poblados rurales del propio municipio, y luego de todo el conjunto del Estado. Ello ha contribuido de manera clara para convertir a Ciudad Victoria en un crisol de la cultura tamaulipeca.

Sólo 10% de los pobladores son oriundos de otros estados de la República Mexicana o del extranjero, destacando Nuevo León y el Distrito Federal, entidades con quienes se tienen fuertes nexos económicos y políticos, además de Veracruz, Coahuila, San Luis Potosí y Guanajuato, de donde proviene, sobre todo, el sector de bajos ingresos. Por otra parte, la población nacida en el extranjero es muy escasa, con apenas 0.2% del total, aunque durante la década de los noventa se incrementó debido al establecimiento de empresas maquiladoras norteamericanas y taiwanesas.

Los fuertes nexos históricos de Ciudad Victoria con la vida del campo y la presencia de una importante inmigración de los municipios vecinos han producido una cultura tradicional y un folklore con reminiscencias rurales.

En Ciudad Victoria no existe propiamente una élite social separada del resto de la comunidad. Ciertamente existen algunas familias con buena solvencia económica, como empresarios, ganaderos, y políticos destacados. Sin embargo, su vida se desarrolla en contacto permanente con el resto de la población de clase media y alta, dándose una convivencia sencilla y abierta, que constituye uno de los encantos y virtudes provincianas de esta capital. En cuanto a la gente de menores recursos, ésta también mantiene un elevado nivel de convivencia interclases al convivir en los mismos espacios públicos como centros comerciales, iglesias, escuelas, etc.

Entre las transformaciones que han caracterizado el desarrollo del municipio, destaca de manera especial el fortalecimiento de Ciudad Victoria como uno de los centros educativos más importantes del estado. Desde sus orígenes, Ciudad Victoria ha contribuido a la educación regional y nacional con ejemplos importantes. No en vano tiene un peso importante en la formación de las nuevas generaciones, aunque la calidad de su enseñanza ha menguado.

El victorense promedio tiene un elevado nivel educativo, aunque prefieren la cultura popular sobre las grandes manifestaciones del arte universal. El espíritu del comercio es vivo, tanto como el deseo de justicia. Amantes de la tranquilidad que ofrece la ciudad, la población es sencilla y abierta, dada a gozar la vida en contacto con la naturaleza. Sus ideas son conservadoras, en términos generales, y marcadamente nacionalistas en los gustos culturales. Sin embargo, las nuevas generaciones se muestran muy abiertas a la cultura emprendedora liberal y a la globalización. Esto ha producido algunas diferencias respecto a la actitud que deben afrontar ante el futuro. Por una parte, hay quienes desean que la ciudad se mantenga pequeña y manejable, dependiendo de la actividad asociada a la administración pública y a las universidades y, por la otra, quienes buscan una ciudad más dinámica, emprendedora y abierta al mundo.

Vale la pena resaltar que desde 1828 se estableció en Victoria la primera Escuela Normal de tipo Lancasteriano, para preparar docentes. A finales de ese siglo, en 1889, surgió el Instituto Científico y Literario del Estado. Otro hecho relevante fue el establecimiento en 1896 del primer jardín de niños de la República Mexicana.

Y la vocación formadora de maestros se amplió cuando en 1926 inicia sus labores la Escuela Regional Campesina, luego Normal Rural de Tamatán. Dos años más tarde, con el mismo esquema, inicia actividades la Escuela de Artes y Oficios para el Niño Industrial, conocida actualmente como ITACE.

Luego vino la Escuela Normal y Preparatoria y en los sesentas surgen las Facultades Universitarias, que se consolidan con su Autonomía en 1967. Más tarde apareció la Escuela Normal Superior en 1969, y en la década de los setentas tuvo su auge la proliferación de instituciones de educación tecnológica, CBTIS, COBAT, CETAS. El Tecnológico de Victoria inició operaciones en 1975. La Escuela Normal Federal de Educadoras "Maestra Estefanía Castañeda" desde 1977.

La educación pública no fue suficiente y aparecieron las ofertas de educación privada como instituciones como la Universidad Valle del Bravo, Universidad La Salle en el 2001.

Como se puede apreciar, en el perfil de la ciudad, su vocación educadora tiene un lugar importante. Sin embargo en contraste, su peso en la economía no es relevante, porque domina la estructura de las burocracias, ya que debido a su capitalidad, es asiento de los poderes estatales, de las delegaciones federales, Ayuntamiento y Universidades. Esa condición rectora de las políticas gubernamental y educativa, hace que el motor de la economía sea precisamente el presupuesto gubernamental, marca la dinámica de la economía en un 80 por ciento.

Los sectores comercial, agropecuario, industrial y turístico tienen un menor peso y son complementarios, sujetos de alguna forma a las acciones, programas y erogaciones de las nóminas de las burocracias. Es éste el escenario que posiblemente tenga a Victoria en una depresión económica. Sus sectores productivos giran en torno a los presupuestos gubernamentales y la educación de mediana calidad no ha sabido ser el detonante de un nuevo modelo de desarrollo.

De ahí que busquemos consolidar a la capital tamaulipeca como una ciudad educadora, una ciudad formadora de líderes en las diversas disciplinas de las ramas de la producción, pero también para un sector público eficaz.

La educación de calidad y profesionistas de calidad no estorban en el desarrollo empresarial ni en el quehacer gubernamental. Con elementos de esas características, Tamaulipas podrá sacar mejor provecho a su potencial y ventajas competitivas que le dan ubicación geográfica y litoral, frontera y recursos naturales.

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